El desaprovechamiento de nuestra propia iconografía favorece una múltiple consecuencia negativa para el país y sus diversas regiones:
• Permanecer en el rol actual de receptores-consumidores.
• Desanima el consumo y la producción de nuestras propias creaciones.
• Limita nuestro potencial exportador de productos terminados.
• Favorece el desequilibrio en la balanza de pagos por regalías al exterior.
• Pérdida de nuestras fiestas y tradiciones.
sábado, 5 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario